Dejar de Usar Técnicas
Obsoletas de Selección
Digamos
que un gerente de selección entrevista a un candidato para un cargo en su
organización. Dicho candidato tiene un
currículo impresionante y al parecer cuenta con la experiencia necesaria para respaldarlo.
Sin embargo, el gerente aún no está 100% convencido de que esta persona sea la
adecuada para el puesto específico que su compañía tiene vacante. ¿Debería
contratarlo? Muchas empresas utilizan la entrevista para contestar esta
pregunta. Al utilizar las entrevistas tradicionales, podemos inferir si el
empleado potencial es una persona elocuente, dinámica y culta. Asimismo podemos
darnos una idea de la manera en la que este individuo podría ser compatible con
la cultura de la organización.
Es un
hecho que la entrevista no puede revelarnos absolutamente todo lo que
necesitamos saber antes de contratar a un candidato. Sin embargo, al parecer
nos aferrarnos a ella como si fuera la única herramienta que nos permite
conocer todo sobre el candidato. No nos malinterprete, no estamos diciendo que
las empresas deben dejar de entrevistar a sus candidatos, lo que queremos decir
es que deberían utilizar la entrevista conjuntamente con otras herramientas
para tomar una decisión de selección.
Los
aplicantes a una posición también conocen la importancia de las entrevistas de
trabajo. Siempre presentan la mejor versión de sí mismos cuando se encuentran
en una entrevista; una versión que probablemente no se manifestará en su
trabajo cotidiano en la oficina una vez que sean contratados. Con tantas
técnicas y tendencias que existen actualmente en los Recursos Humanos, ¿por qué
seguir utilizando únicamente las entrevistas tradicionales?
A continuación le presentamos tres ideas equivocadas que muchas empresas tienen con relación a las entrevistas:
1) Las
apariencias reflejan la realidad.
Desafortunadamente,
esto no es cierto en la mayoría de los casos. Los candidatos, como dijimos
anteriormente, nos presentan la mejor versión de su persona cuando están en una
entrevista y alteran su conducta para que vaya de acuerdo con lo que creen que
la empresa está buscando. El gerente
debe ser capaz de descifrar quién es la persona que se esconde tras la cortina
de humo. Por otro lado, en ocasiones la gente se pone nerviosa. Yo soy un mar de nervios cada vez que me
entrevisto para un cargo. Durante una de mis primeras entrevistas derramé agua
sobre los papeles del Director de Recursos Humanos de la agencia de publicidad
en la que deseaba trabajar. Afortunadamente, el ejecutivo ignoró lo sucedido y
comenzó a cuestionarme sobre mis capacidades y experiencia (a final de cuentas
¡fui contratada!).
2) Saber de aquello que se habla, no significa saber hacerlo.
Hay
una palabra que puede desmentir esta creencia: Internet. Lo más probable es que
antes de la entrevista, el candidato ha estudiado múltiples artículos escritos
por expertos sobre las habilidades necesarias para el cargo que desea ocupar.
Sin embargo, el hecho de que sea capaz de hablar sobre el trabajo no necesariamente
significa que tiene la habilidad para realizarlo. El año pasado, una amiga mía
que trabaja en el área de marketing tuvo una entrevista de trabajo en la que
habló durante una hora sobre su “experiencia” en HTML y codificación. Le dieron
el cargo sin pedirle que tomara ninguna prueba de habilidades o que les
mostrara ejemplos del trabajo que había realizado en el pasado. A final de
cuentas fue despedida. ¿Moraleja? No crea todo lo que le dicen.
3) “Como hice entrevistas por muchos años, soy un experto para juzgar a la gente”
Seguramente
usted es un experto. Es muy importante confiar en nuestras habilidades para
entrevistar a otras personas, pero aunque hayamos realizado 100,000 entrevistas
en el pasado, cada una es diferente pues se trata de una persona distinta. Cada
candidato requiere que utilicemos habilidades diferentes al entrevistarlo. Si
sobrestimamos nuestras habilidades para entrevistar a la gente, estamos
destinados a fracasar. A final de
cuentas, un entrevistador no puede medir todos los aspectos de una persona. Los
comportamientos, actitudes, estilo de pensamiento e intereses contribuyen a la
compatibilidad de un candidato con el puesto.
Es
probable que nos tome más tiempo combinar el uso de pruebas de habilidades,
evaluaciones de pre empleo y entrevistas tradicionales; sin embargo, al hacerlo
incrementamos las posibilidades de encontrar a la persona perfecta para el
cargo. Muchas herramientas de evaluación no solamente proporcionan un reporte
sobre las habilidades del candidato, sino que además ofrecen consideraciones
adicionales que el entrevistador puede utilizar al prepararse para las
entrevistas. Por ej. el ProfileXT®
incluye una guía para la entrevista en sus reportes. LINK
Living de Mujeres de Negocios y Profesionales del Sur con Debate
Como todos los meses festejando el encuentro entre mujeres, socias, invitadas, profesionales y emprendedoras, en esta ocasión un debate especial con dos hombres de la región sur para tratar experiencias y cambios generacionales ante la cercanía de una fecha importante como fue el día del padre; así también experiencias de vida y empresariales con una destacada y conocida empresaria de la construcción en la zona sur.
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El Reto de Gestionar el Error
En las organizaciones escuchamos hablar sobre la necesidad de una gestión con actitud de flexibilidad frente a los cambios y generadora de innovación en los negocios. Ahora bien, ¿qué marco de acción damos a nuestros colaboradores para promover la flexibilidad e innovación anhelada? ¿Creemos que la creatividad se desarrolla sin necesidad de una cultura organizacional que la facilite?
La creatividad camina de la mano con el fracaso y el error. No es posible innovar sin asumir los costos de la equivocación. Para crear es necesario tener el permiso de equivocarnos hasta llegar al resultado esperado. Comprendemos estos conceptos. Sin embargo, al momento de reaccionar frente al error, los solemos olvidar.
Si solo enfrentamos los errores con el único fin de enmendarlos, haciendo más hincapié en el mismo que en la oportunidad de aprendizaje que produce, provocaremos que los colaboradores no se animen a buscar nuevos aportes. Nuestras respuestas hacia sus equivocaciones "marcan la cancha", establecen reglas no escritas e incluso contradictorias con las que están establecidas, en base a las cuales el empleado definirá su futuro comportamiento. Si los sancionamos ya no podremos esperar que continúen buscando mejoras y tratarán de evitar el error u ocultarlo. Si los respetamos, les estamos dando el campo propicio para que continúen, aprendan y lleguen a resultados exitosos para nuestro negocio. Así como para que un niño aprenda a caminar es inevitable que se caiga hasta lograrlo, cuando buscamos innovación hay un costo inevitable en su búsqueda. Entenderlo y operar en consecuencia es el camino para animarnos a más.
A principios de este año, Klaus Schwab, fundador del World Economic Forum, dijo que "en el nuevo mundo, no es el gran pez el que se come al más chico, sino que es el pez más rápido el que se come al más lento". La rapidez en los negocios es nuestra gran ventaja competitiva y la innovación es factor clave para llevarla adelante. Entonces, vale la pena preguntarse: ¿Estarán nuestras organizaciones preparadas para generar ámbitos de trabajo que promuevan la creatividad y el error? LINK
Una investigación demostró que los Reclutadores no leen tu CV
Un experimento
realizado entre las principales compañías reclutadoras de Estados Unidos
demuestra que los seleccionadores no atienden como debieran a lo que pones en
tu CV. The Wall Street
Journal cuenta la historia de Gerry Crispin y Mark Mehler, dos
expertos en desarrollo de carrera que han creado CareerXroads, una iniciativa
que, entre otros proyectos, ha probado un curioso experimento que refleja la
realidad de muchos procesos de selección. En CareerXroads diseñaron un currículo
que supuestamente corresponde al candidato ideal, llamado Frank N. Stein,
formado en escuelas de negocios que pertenecen a la Ivy League, con experiencia
sobrada en grandes compañías, y con todos los elementos para enganchar a
cualquier reclutador... La única falla es que, al final del currículo, una
frase revela al posible reclutador que se trata de una vida laboral falsa. El
bueno de Frank no existe.
El currículo fue
enviado a las compañías que forman la lista de las 100 Mejores Empresas para
Trabajar de Fortune. Y el resultado mostró que sólo dos de ellas descubrieron
que el currículo de Frank N. Stein era ficticio. De las 100 firmas, 64 jamás
enviaron notificación alguna al candidato para responder a su solicitud; 6 ofrecieron a Frank N. Stein la posibilidad de continuar el proceso de
selección, y 28 comunicaron que el puesto ya estaba cubierto.
La conclusión es
que los reclutadores apenas leen los tres primeros párrafos de tu vida laboral.
Y esto coincide con la opinión de quienes aseguran que, además de esa escasa
atención hacia lo que dice tu vida laboral, tampoco dedican demasiado tiempo a
cada caso concreto.
Los expertos
cifran ese lapso en menos de 20 segundos. Ese es el tiempo medio que emplea un
reclutador en aceptar o rechazar una candidatura. Por eso, impactar al
seleccionador en este tiempo récord resulta crucial para pasar a la segunda
fase del proceso. Y en este caso, un candidato cuenta con menos tiempo para
venderse del que cualquier emprendedor tiene para que su idea impacte a un
posible inversor. Un elevator pitch es lo que dura más o menos una canción.
Cualquier aspirante a American Idol o La Voz sabe lo que es esto. Tú, como
candidato a un puesto, apenas tendrías oportunidad de tararear la primera
estrofa.
¿Hay otras
prioridades?
Quizá esto te
lleve a pensar que hay otras prioridades. Muchas recomendaciones apuntan a que
debes pensar menos en el currículo -y también menos en los portales de empleo o
en los anuncios clasificados con sus ofertas tradicionales- y recomiendan que
te centres en las nuevas soluciones y oportunidades que ofrecen las redes
sociales. Hoy se admite la posibilidad de que el valor de nuestros siete
últimos años de actividad en estas redes puede llegar a ser tan importante o
más que nuestro currículo, sobre todo si se tiene en cuenta que a nuestros
perfiles en esas redes acuden cada vez más empresas y reclutadores para buscar
candidatos y comprobar información sobre nosotros.
Antes bastaba con
el currículo, los títulos y la experiencia; hoy se valora más el bagaje digital. Aunque aún
persisten ciertas incoherencias e incertidumbres entre la necesidad de
"estar" en las redes sociales y la realidad de muchas compañías, y
cómo valoran nuestra vida 2.0, lo cierto es que saber gestionar
adecuadamente nuestros perfiles sociales y crear una marca personal sólida,
real y efectiva en las redes es ya una necesidad para buscar un cambio
profesional o rastrear un puesto de trabajo. Si no lo haces,
estás perdiendo una gran oportunidad para sobresalir del resto de candidatos
que buscan empleo, con una estrategia diferente a las fórmulas tradicionales.
Puedes ir aún más lejos: antes bastaba con el currículo, con los títulos y la
experiencia. Hoy se valora también la experiencia digital.
Insuficiente...
Llegados a este
punto habría que hacerse a la idea de que el currículo es necesario, pero no
suficiente para conseguir un puesto de trabajo. Hoy la simple lectura de la
vida laboral ya no permite al reclutador percibir qué tipo de profesional tiene
delante, y cada vez más se tiene en cuenta el peso de la personalidad y de los
valores del candidato, porque esto es lo que ayuda a valorar cuál es el encaje
en la cultura corporativa.
Para los
empleadores cada vez resultan más irrelevantes los éxitos pasados del CV
Recuerda que para
los empleadores resultan cada vez más irrelevantes tus éxitos pasados y la
forma tradicional en la que sueles venderlos, porque la historia laboral
anterior en otra empresa no suele repetirse en una nueva. Además, si el
mercado laboral pide nuevas habilidades y capacidades profesionales a los
candidatos, y exige que éstos adopten además nuevas fórmulas de búsqueda de
trabajo, resulta lógico pensar que las ofertas de empleo no pueden seguir
siendo como siempre. Aparecen nuevos reclamos que responden a una nueva manera
de reclutar y que demuestran una capacidad para sintetizar y comprender los
valores de la compañía y transmitirlos a quien los pueda entender.
Destaca y
diferenciate del resto de candidatos que optan a un puesto. Desarrolla estrategias
alejadas de lo tradicional. Eso va también por tu currículo. Procurá ser
muy original pero quizá con eso no baste. LINKLiving de Mujeres de Negocios y Profesionales del Sur con Debate
Como todos los meses festejando el encuentro entre mujeres, socias, invitadas, profesionales y emprendedoras, en esta ocasión un debate especial con dos hombres de la región sur para tratar experiencias y cambios generacionales ante la cercanía de una fecha importante como fue el día del padre; así también experiencias de vida y empresariales con una destacada y conocida empresaria de la construcción en la zona sur.
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El Reto de Gestionar el Error
En las organizaciones escuchamos hablar sobre la necesidad de una gestión con actitud de flexibilidad frente a los cambios y generadora de innovación en los negocios. Ahora bien, ¿qué marco de acción damos a nuestros colaboradores para promover la flexibilidad e innovación anhelada? ¿Creemos que la creatividad se desarrolla sin necesidad de una cultura organizacional que la facilite?
La creatividad camina de la mano con el fracaso y el error. No es posible innovar sin asumir los costos de la equivocación. Para crear es necesario tener el permiso de equivocarnos hasta llegar al resultado esperado. Comprendemos estos conceptos. Sin embargo, al momento de reaccionar frente al error, los solemos olvidar.
Si solo enfrentamos los errores con el único fin de enmendarlos, haciendo más hincapié en el mismo que en la oportunidad de aprendizaje que produce, provocaremos que los colaboradores no se animen a buscar nuevos aportes. Nuestras respuestas hacia sus equivocaciones "marcan la cancha", establecen reglas no escritas e incluso contradictorias con las que están establecidas, en base a las cuales el empleado definirá su futuro comportamiento. Si los sancionamos ya no podremos esperar que continúen buscando mejoras y tratarán de evitar el error u ocultarlo. Si los respetamos, les estamos dando el campo propicio para que continúen, aprendan y lleguen a resultados exitosos para nuestro negocio. Así como para que un niño aprenda a caminar es inevitable que se caiga hasta lograrlo, cuando buscamos innovación hay un costo inevitable en su búsqueda. Entenderlo y operar en consecuencia es el camino para animarnos a más.
La Negligencia. Sin embargo, es preciso clarificar la diferencia entre el error y la negligencia. Un error se comete cuando operamos sin evaluar todas las consecuencias de nuestro accionar. La negligencia, en cambio, significa que, conociendo las derivaciones, avanzamos de igual modo. Claramente, la negligencia debe ser sancionada en una organización, pero si operamos de igual modo con el error, debemos saber que nos enfrentaremos a continuar con lo conocido y comprobado, que en algunos casos puede ser lo buscado. Las sanciones abarcan lo explícito pero también lo tácito: la ausencia de feedback, dejar de consultar el parecer del empleado, no invitarlo a ciertas reuniones, el "ninguneo organizacional", un gesto o una mirada desaprobatoria, participarlo pero no incluirlo en el debate. Se llega a las mismas cuando el líder no está en condiciones de afrontar una conversación honesta.
Frente a la Desmotivación. Es importante resaltar que estos comportamientos, además del cambio en la conducta del empleado, producen una enorme desmotivación. Aunque las personas conozcan su tarea, si no encuentran motivación para hacerla, su compromiso se ve deteriorado. Este un tema de gran impacto en el desarrollo de las generaciones jóvenes donde la motivación es un valor clave para el engagement con la organización. Si el colaborador desmotivado decide irse de nuestra empresa, nos significa un costo en reemplazo y en capacitación; sin embargo, el costo es más alto cuando define quedarse brindando lo mínimo requerido para cumplir su tarea.
En un contexto de cambios y de incertidumbre, la atención y el involucramiento del equipo de trabajo casi siempre hacen la diferencia. Necesitamos estar en permanente estado de alerta, analizando y buscando encontrar la ventaja diferenciadora que nos permita ser exitosos en un contexto de gran oferta, o lograr mejorar procesos que nos acerquen a la rentabilidad necesaria para mantenernos en carrera. Para lograrlo, será vital contar con la motivación y el involucramiento de cada uno de los colaboradores.A principios de este año, Klaus Schwab, fundador del World Economic Forum, dijo que "en el nuevo mundo, no es el gran pez el que se come al más chico, sino que es el pez más rápido el que se come al más lento". La rapidez en los negocios es nuestra gran ventaja competitiva y la innovación es factor clave para llevarla adelante. Entonces, vale la pena preguntarse: ¿Estarán nuestras organizaciones preparadas para generar ámbitos de trabajo que promuevan la creatividad y el error? LINK