El taller contó con una primer parte teórica y conceptual y una segunda parte muy activa donde la consigna fue poner el cuerpo en acción. Al taller concurrieron un grupo de jóvenes mujeres profesionales y estudiantes avanzadas que participaron de todas las propuestas de la actividad, permitiendo la posibilidad de reencontrarse en forma proactiva, interactuando entre ellas y revelando su costado reactivo. El objetivo de la actividad fue fomentar el pensamiento paralelo, separar el ego del desempeño y rescatar el pensamiento en toda su amplitud. A pesar del día nublado y lluvioso, nada impidió poner el cuerpo y disfrutar este hermoso taller, totalmente reflexivo y dinámico, donde todas lograron participar. Realmente un grupo muy comprometido que respondió a todas las consigas a lo largo de las horas. Gracias chicas! Exitos en sus proyectos!!!
La Frustración y el Coaching Ontológico
La frustración en sí es una emoción que causa otras emociones como la
impotencia, tristeza, enojo, culpa que emergen cuando ciertos deseos y
expectativas no pueden ser cumplidos.
La frustración y las emociones que conlleva debe ser distinguida y
gestionada para superarla, a riesgo de paralizarnos y hacernos actuar en forma
reactiva en forma permanente ya sea mediante el enojo o la desmotivación por
miedo, tristeza, culpa, vergüenza, llevándonos al abandono de metas y
proyectos.
¿Por qué es importante aprender a tolerar las frustraciones?
Como cualquier otra emoción, la frustración tiene que ser controlada y
canalizada de manera positiva, de forma que la persona sea capaz de afrontar
las dificultades y limitaciones que se le presentan en el día a día.
Es importante recordar que la frustración en sí, es un sentimiento
transitorio, un estado de incertidumbre que no nos define como personas.
Debemos comprender que pasar por una situación frustrante no significa
fracaso alguno, y que desarrollar una tolerancia a la frustración envuelve un
proceso de aprendizaje que se inicia desde la infancia misma y nunca se acaba.
¿Cuáles son sus causas?
La baja tolerancia a la frustración depende de estos aspectos
principales:
1) El individuo tiene una percepción distorsionada de las situaciones que vive, pues sólo ve el aspecto negativo de las cosas o sea debe cambiar su observador de la realidad.
1) El individuo tiene una percepción distorsionada de las situaciones que vive, pues sólo ve el aspecto negativo de las cosas o sea debe cambiar su observador de la realidad.
2) La persona tiene tendencia a querer controlar cada evento de su
vida, y la inhabilidad de mantener este control se ve reflejado en un
sentimiento de desánimo, o sea debe abandonar su necesidad de controlar y
gestionar el aspecto exigente de su personalidad.
3) De igual manera, el sujeto siente incapacidad de soportar el
malestar que implica afrontar las situaciones dificultosas de la vida.
Las personas que aprenden a tolerar la frustración viven con menos estrés,
porque son capaces de ver en los problemas como oportunidad, buscando
soluciones adecuadas y gestionando las emociones que derivadas de la frustración
le cierran posibilidades.
Cómo Gestionar la Frustración
Cualquier ser humano se ha sentido frustrado en un momento u otro, y a pesar
de que la frustración es una emoción que no puede ser eliminada por completo,
con un poco de paciencia sí es posible aprender a gestionar la frustración.
Para ello, debemos:
Para ello, debemos:
• Distinguir emociones, creencias y juicios que la frustración nos
genera, desafiándolas. • Aprender a asimilar el hecho de que los deseos no son necesidades que
requieren una resolución inmediata y pasar al estado de ánimo de la serena
ambición, buscando nuevos recursos internos y externos, sin abandonar el
compromiso con nuestra visión.
La tolerancia a la frustración es una virtud que necesita desarrollo y
mucha paciencia.
Desde el Coaching Ontologico las conversaciones de coaching mediante
preguntas poderosas nos ayudan a cambiar nuestra forma de observar la realidad
y nuestro estar siendo en un ámbito determinado, ayudándonos a gestionar las
emociones y pensamientos negativos y limitantes. Autor: Julio Olalla Mayor, Master Coach.
El Auge de las Habilidades Sociales
Siempre se ha preguntado en las entrevistas de trabajo sobre
las hard skills o habilidades de conocimiento. Es un buen punto de partida y es
esencial para saber si la persona podrá hacerse cargo de las tareas
encomendadas o no.
Las habilidades blandas o sociales son difíciles de
cuantificar. Los candidatos las agregan al currículum, pero no es sencillo
medirlas o detectarlas durante esa etapa del proceso. Es por ello, que hoy
vamos a hablar de cómo detectar las soft skills durante la entrevista.
El 62 % de los reclutadores busca específicamente las
habilidades sociales de un candidato y usa las preguntas para conocer un poco
más sus habilidades.
Pero ese encaje no es suficiente. Las habilidades blandas
son las responsables del triunfo en un equipo, ya que la actitud y la
predisposición de todos los miembros marcan la diferencia.
Esas características sociales son las que permiten que un
profesional colabore de forma eficaz con sus compañeros o bien que sea
innovador. Si se toma como ejemplo un perfil de IT, un desarrollador no
solo debe saber escribir código, sino que también necesita ser colaborador,
innovador, resolutivo y ordenado, para trabajar en equipo y entregar el trabajo
a tiempo.
Si no cuenta con esas habilidades, seguramente perjudicará
al resto y hará que los objetivos sean mucho más difíciles de conseguir.
¿Qué habilidades se deben buscar en un candidato?
Es una buena pregunta y como siempre, depende del perfil que
busqués y del equipo del que formará parte. Los diferentes puestos requieren habilidades sociales
distintas. Por ejemplo, un asistente de Marketing debe estar orientado al
detalle, mientras que no es necesario que tenga habilidades de líder. Es
importante elaborar la ficha del “candidato-persona” y hablar con diferentes
miembros del equipo, con la finalidad de saber realmente qué necesita tener esa
persona para integrarse a la perfección con el resto.
Sin embargo, hay 10
habilidades bastante demandadas actualmente, independientemente del puesto:
Inteligencia emocional: la persona es capaz de
reconocer las emociones y controlar las suyas. Es de gran utilidad para crear
relaciones interpersonales y propiciar un buen ambiente laboral.
Resiliencia: la capacidad de enfrentar y superar una
dificultad. Es vital en el mundo laboral, ya que los profesionales deben
superar las adversidades.
Resolutivo: en 2018, el 62 % de los reclutadores
buscó personas con la capacidad de resolver problemas.
Pensamiento crítico: permite elaborar e implantar
estrategias disruptivas y adaptarse a
los cambios del mercado.
Capacidad de concentración: Internet, email, Skype y celular
hacen que cada vez sea más difícil centrarse en una tarea. Tener capacidad de
concentración es vital para sacar adelante los proyectos.
Habilidad de redacción: ¿cuántos emails recibís y
enviás al día? Ser hábil en la redacción permite solucionar temas con un solo
correo y a la vez, permite comunicar ideas y discutirlas sin necesidad de hacer
reuniones interminables.
Negociación: es una de las más demandadas, aunque no
se busque un perfil enfocado a las ventas. Permite argumentar una idea,
defenderla y llegar a acuerdos.
Creatividad: el 77 % de los directivos considera la
creatividad como la habilidad más importante que deberán tener los trabajadores
en el futuro.
Capacidad de coordinación y colaboración: en equipos
multidisciplinares y situados en distintos lugares, es necesario tener esta
capacidad. Permite trabajar en equipo y colaborar para obtener los objetivos
deseados.
Toma de decisiones: capacidad de reflexión y
resolución.
Autor: Computrabajo.